RECOMEDACIONES SOBRE LA COMPRA Y VENTA EN INTERNET: QUE NO TE ENGAÑEN

• El comercio por internet facilita y abarata las transacciones tanto entre particulares como entre profesionales y particulares, pero por otro lado tiene el inconveniente de la frialdad y que no sabemos a ciencia cierta con quien estamos tratando, por ello es muy importante NO DAR NINGÚN DINERO A NADIE mientras no se esta seguro de que el vendedor es de fiar
• Por ello es importante el conseguir la mayor cantidad de datos de del vendedor así como comunicarse con él lo más directamente posible; si puedo hablar en persona con él mejor que por teléfono, si puedo hablar por teléfono mejor que por correo. y si se pueden tener varios métodos de contacto, mucho mejor. Tenga en cuenta que para tener un correo gratuito como "hotmail" no hacen falta dar datos personales, y si le engañan y el único dato que tiene del estafador es su correo "gratuito", va a ser difícil saber quien es.
• Una vez que tenemos claro el método por el que nos vamos a comunicar DESCONFÍA SIEMPRE DE LA GENTE QUE NO SE IDENTIFICA O PONE REPAROS A FACILITAR LA INFORMACIÓN QUE SOLICITAS y sobre todo DESCONFÍA DE TODOS AQUELLOS QUE PIDEN DINERO SIN OFRECER NADA TANGIBLE A CAMBIO, como por ejemplo los que te garantizan hacerte rico con una pequeña inversión inicial y similares. Si haces algún pago por adelantado CONSERVA SIEMPRE LOS JUSTIFICANTES DE PAGO, para poder demostrarlo en caso de reclamación o denuncia.
• Recuerda que al final siempre debe ser el comprador (que en definitiva es quien tiene la última palabra) el que decida, aplicando un poco el sentido común, si con los datos que se tienen, el vendedor es de fiar o no. Nunca se podrá estar seguro al cien por cien, pero con unas mínimas precauciones se podrán evitar muchos problemas de robos y engaños.
• Finalmente, si depués de todo, no lo has podido evitar y crees que has podido ser objeto de una estafa, NO LO DEJES PASAR, denúncialo cuanto antes a las autoridades competentes, porque precisamente es la sensación de impunidad lo que anima a los estafadores a continuar, al pensar que sus fechorías no van a ser castigadas.